¿Feliz? ¿Triste? ¿Ansioso? ¿Enojado? Cada emoción puede ser perfectamente adecuada para mejorar su rendimiento en ciertos tipos de tareas. Aquí está la manera de aprovechar el poder de tus emociones para ser más eficaces.
A pesar de que no siempre estamos consciente de ello, muchas de las tareas que realizamos, ya sea que estamos respondiendo a correo electrónico de un colega o participar en una negociación difícil con un proveedor, estamos expuestos a emociones como: ira, orgullo, aburrimiento, incertidumbre, entre otros.
La razón por la cual las emociones tienen un efecto sorprendentemente potente en nuestro desempeño es que las emociones tienen valor adaptativo que pueden ayudarnos a hacer frente y responder a la situación en cuestión. Por ejemplo, Beyoncé una vez comento que antes de subir al escenario estaba nerviosa, “En realidad estoy muy asustada cuando no estoy nerviosa”, Explicó que si no estaba nerviosa, no daría su mayor desempeño. Incluso las emociones que percibimos como negativas, como la ansiedad, son una gran herramienta para conseguir que nuestras mentes se llenen de energía y se centren en la tarea que tenemos delante de nosotros.
Ansiedad: Ayuda a prepararse para una Presentación
La ansiedad y la preparación son fisiológicamente casi lo mismo, científicos ponen como ejemplo a los adolescentes que normalmente se sienten ansiosos por algún gran reto que tengan en su horizonte. La ansiedad es una manera de acelerar nuestro cuerpo y ponerlo en máxima alerta y listo para reaccionar a cualquier cosa a la que tengamos que enfrentarnos, como una presentación o una llamada de ventas. Es fácil querer hacer desaparecer la sensación de ansiedad, pero cuando entendemos sus beneficios, podemos estar agradecidos de ella.
Así que la próxima vez que te sientas nervioso, dite a ti mismo; No, no estoy nervioso, Estoy alerta y listo para reaccionar.
Sentirse bien: Aumenta la Creatividad
Un estado de ánimo positivo es especialmente útil para el descubrimiento de nuevos conocimientos, ser creativo, ser menos crítico al tomar decisiones y tomar decisiones rápidas. Las emociones positivas pueden dar lugar a una colaboración más fácil. Si quieres dejar pasar las cosas sin importancia trata de dejar de ser tan crítico para con ellas, un estado de ánimo positivo puede ayudar. Si es el momento de ser creativo, lo mejor que se puede hacer es entrar en un estado emocional positivo. Cuando se necesite tomar decisiones rápidas y con poco tiempo para deliberar, trata de hacerlo de manera positiva.
Asegúrate de estar de buenos ánimos al momento de tomar decisiones, de no ser así cierra los ojos y recuerda algo que te haga feliz, un programa de televisión favorito, conversar con un amigo, relajarse durante unos minutos con un libro, un momento gracioso. Recordar algo emocionalmente positivo ayuda provocar esa emoción positiva.
Ira: Tomar Acción
Sentirse enojado es inusual entre las emociones negativas, porque si se canaliza correctamente, facilita el comportamiento orientado al enfoque, o acciones que nos mueven hacia una persona, objeto o idea. En situaciones de gran presión o en las cuales sea difícil mantener el enfoque en cierta área, o el miedo no nos deja dar ese paso final para tomar una decisión importante sabiendo que es la decisión correcta, canalizar esta característica de sentirse molesto y aprovechar la fuente de la ira, en lugar de miedo, puede ayudar.
Tristeza: Pensar críticamente
Esta emoción tiene varios efectos sorprendentes, cuando nos sentimos tristes tendemos a tener una forma de pensar menos parcializada, al momento de tomar decisiones analizamos con más detalle y deliberadamente acerca de en quién confiar; también estamos propensos a actuar de manera más justa y menos egoísta, además, nos equivocamos en el lado de sano escepticismo, ayudándonos a evitar ser demasiado crédulo, y estamos más dispuestos a esforzarnos aún más para que cualquier mensaje que deseemos dar sea más persuasivo. Considerándolo todo, parece que cuando tenemos que reducir la velocidad, estar atento y pensar críticamente, la tristeza puede ser un recurso real.
Lo que se quiere decir con todo esto, no es que cada vez que queramos tomar una decisión importante nos vamos a convertir en un frenético monstro verde, o que cuando deseemos ser más analíticos vamos a recordar la muerte de nuestra mascota favorita. La idea es crear conciencia que somos seres humanos, pensamos, socializamos y sentimos, por consiguiente esos sentimientos están presentes día a día en nuestra vida; la idea es saber utilizar esos sentimientos en el momento correcto, enfocándolos y sacándole provecho en pro de nuestra vida profesional.
Por: Imagen & Comunicación