Cada vez son más las organizaciones que en el país se encuentran comprometiendo sus mejores esfuerzos y recursos en recrear y fortalecer su cultura de seguridad; Leyes, normas, convenios que actúan en pro de asegurar que las organizaciones brinden la necesaria protección a la seguridad y salud de los trabajadores. Sin embargo, nos seguimos encontrando con eventos indeseados que afectan la integridad física y psicológica del trabajador. Lo que resulta aún más preocupante el hecho, de que el resultado del análisis de un gran porcentaje de estos eventos arrojan como causa principal, la falla humana, es decir, actos realizados por los mismos trabajadores que resulta el detonante de una situación indeseada.
Existen 2 enfoques importantes mediante los cuales podemos definir la gestión de seguridad y salud en el trabajo:
La primera seria, la seguridad desde el punto de vista de obediencia y cumplimiento de leyes, normas y procedimientos para evitar la ocurrencia de accidentes y enfermedades ocupacionales.
Desde esta primera óptica, pareciera que la seguridad es algo que otros deberían hacer por nosotros y no algo que nosotros debemos hacer por nosotros mismo, es decir, dejamos que otros piensen y actúen en beneficio de nuestra seguridad y nuestra participación es el de cumplir con el requisito que se nos está solicitando.
Por otro lado la segunda forma en la que podemos visualizar la seguridad, es desde el punto de vista de una necesidad interna, que trasciende la protección física y alcanza un nivel de seguridad psicológica (el cuidado de nosotros mismos y de los demás, identificando su importancia), que la seguridad sea un valor vital, orientado por el valor a uno mismo y a la familia.
Es por ello que en 2013 y en este 2014, el dpto. QM-HSE, de Maersk Contractors Venezuela, desplego y continuara una campaña para todas las MODUs y Shore Base, que busca impulsar una cultura organizacional, a través del análisis del comportamiento individual y la forma de percibir la Seguridad.
Entendemos como cultura, el conjunto de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, sin embargo existe un factor individual que va incidir en la cultura y es allí donde nosotros basamos nuestra campana.
Este factor viene determinado por el comportamiento individual de los integrantes de este grupo social (organización), cada individuo actúa en concordancia de los que son sus valores. Por ejemplo: una persona cuyo valor sea la sinceridad, tiene como característica propia decir la verdad.
Nuestras actitudes vienen dadas por una decisión personal de actuar de acuerdo a nuestros valores. Es por ello que para lograr una cultura organizacional debemos considerar los factores que dependen de la organización (actividades de formación, disponibilidad de herramientas….), pero lo más importante será siempre el factor personal (decisión de comportamiento). Si logramos que la mayoría de los integrantes de este entorno social decidan actuar en pro de la seguridad, podemos asegurar que como organización tenemos una cultura de seguridad establecida.
Todos estos planteamientos nos llevan a proponer un desarrollo de la seguridad, donde el trabajador, no sea un simple acatador de normas y leyes, o un aprendiz de actos seguros, nuestra meta es que el trabajador sea el protagonista de un proceso de aseguramiento permanente de su seguridad y la de sus compañero, que su comportamiento sea seguro ya que es parte de sus valores personales y lo identifica como una herramienta para el logro del éxito en el trabajo y la felicidad propia y de su entorno laboral y familiar.
El aprendizaje de la Seguridad no es un asunto de solo cursos y talleres, esto es nada si no lo acompañamos de una reconstrucción de la visión de nosotros mismos, del trabajo y el punto en que este se interrelaciona con nuestro entorno familiar. Recuerda: Es tu Decisión.
Por:
Vanessa Perozo