Ser proactivo nos permite tomar control sobre nuestra conducta y así canalizar mejor nuestro potencial en el trabajo
¿Qué es la proactividad?
La «proactividad» es una de estas palabras que se ha puesto de moda en el ambiente laboral. Se define, a grandes rasgos, como la actitud de tomar control sobre nuestra conducta, tomando la iniciativa para las acciones y haciendo respetar ante todo la libre elección de las mismas, y asumiendo la responsabilidad y las consecuencias que se desprendan de ello. Se impone como la contra a la «reactividad». Mientras que el reactivo sufre por las circunstancias, el proactivo las aprovecha para convertirlas en oportunidades.
Cómo ser proactivos en nuestro trabajo
Hoy los empleadores suelen incluir este término en las búsquedas de personal, como manera de expresar el tipo de persona que les es de utilidad y conveniencia. Para elevar nuestra proactividad, debemos tomar la decisión de ser más asertivos, arriesgados aunque cautelosos, respetuosos, y debemos tomar la responsabilidad por nuestras acciones y conductas, siempre tendientes a una meta beneficiosa para el trabajo que estemos realizando.
Esto implica saber dar a las cosas su lugar. Aunque la familia es una prioridad absoluta, la proactividad también incluye saber diferenciar la vida familiar y personal de la vida laboral. Cuando estés en la oficina, intentá mentalizarte en las tareas por cumplir allí, en lugar de estar pensando en las cosas que quedaron sin hacer en casa. Esto puede ser alcanzado mediante técnicas de concentración, para poder ser más productivos en nuestras labores.
Pensar a largo plazo es otra manera de ser proactivos. Si tienes que realizar una tarea que consideras inútil, puedes elevar esta preocupación a tu superior, siempre y cuando al mismo tiempo propongas alguna mejora que pudieras realizar sobre la misma. De lo contrario, sólo estarías quejándote, y en este caso vas a tener que hacer la tarea de todos modos. Sin embargo, si no tienes una mejor manera de llevarla a cabo, o no sabes que otra cosa proponer, entonces cumplí la labor asignada pensando en que este es un escalón más en una larga escalera.
El trato y la cordialidad son muy importantes en la proactividad. Procura siempre conducirte con buen humor y con respeto hacia los demás. Después de todo, esta cordialidad será sumamente beneficiosa para tu carrera. Intenta dejar de lado los comentarios, los chismes de oficina y todo aquello que no sea relevante para tu labor, puesto que estás en esa oficina para cumplir un trabajo: la socialización será inherente a la relación, pero no debe ser tu objetivo primario.
La innovación y la creatividad son sellos distintivos de la proactividad. Cuando estés realizando labores, piensa en maneras más eficientes de hacerlas. Si se te ocurren, colócalas por escrito o coméntaselas a tu superior. Estas maneras más eficientes reducirán el tiempo de trabajo, logrando más y mejores objetivos. Y no te desalientes si no logras obtenerlas, sólo tienes que estar atento por si llega la inspiración. La persona proactiva no es un visionario empedernido, sino que es un trabajador constante, que suele ver las cosas desde otro punto de vista.
Por: Imagen y Comunicación